miércoles, 24 de marzo de 2010

Recapitulemos

¿Será que sólo estoy de humor para escribir los días raros?

Bueno, hoy no ha sido raro, pero ha sido el primer día en casi un mes que no veo a nadie del trabajo. Sí, eso ha sido raro, xD

Desde el último post han pasado varias cosas. Tal como ha contado Jei, ligué. Ahí se quedó el tema, más que nada porque presiones fuera de lugar no molan. Es decir, si tres veces le digo de palabra a alguien que no me va bien quedar el día X, cuando me mande un sms con la misma propuesta, mi respuesta va a ser la misma: no me va bien quedar el día X. Debe ser que no domino muy bien el código bollero para los sms afterligue, porque me parece que ella entendió


porque no he vuelto a saber... xD Aaaaanyway, de momento guardo el número de teléfono, no vaya a ser que un día le dé por llamar y me pille desprevenida. Llamadme paranoica... o previsora.
La segunda cosa que ha pasado es casi más sorprendente. De hecho, aún más. Cuando ligo, ligo por accidente, y la verdad que es una técnica que me pega. Pero cuando salgo del armario (y no hablo de por accidente o mediante terceras personas) me toca el rol activo, o, al menos, teóricamente. Y sí, cumplí con mis intenciones expresadas en el último post y al día siguiente le conté a Compañera Polivalente de qué pie cojeo. Como siga teniendo reacciones tan buenas y sinceras voy a tener que escribir una antología... Por suerte no es de esa gente que se lo toma bien pero luego ignora el dato.
Y la tercera cosa es que he descubierto que alguien me distrae. Tiene relación con el trabajo pero no trabaja conmigo. Desde que el otro día nos despedimos de una manera casi incómoda, soy consciente de que ahora hay cierto contacto físico (toquecito de lo más recatado a la altura del hombro), totalmente ausente antes. Nos hemos vuelto a ver dos veces desde entonces. Dos veces que he evitado mirarle a los ojos cuando la tenía demasiado cerca. Dos veces que he tenido que esforzarme en al menos una ocasión por actuar con normalidad, que cuando me entra la timidez... Además, me he empezado a fijar en sus manos, lo cual es muy mala señal... Este viernes nos volveremos a ver y esta vez sólo habrá una persona más alrededor y no veintisietemil... Quiero y no quiero, porque no me apetece jugar con fuego pero ya sabemos cómo atrae la luz a las moscas...

Y con esto y un bizcocho... me despido hasta el próximo día raruno, que, visto lo visto, no tardará demasiado en llegar.

lunes, 8 de marzo de 2010

Otro día raruno

He atendido una llamada en la oficina que me ha dejado el corazón en un puño y unas ganas de llorar de las que no era consciente hasta que he visto nevar. Durante la tarde, me he descubierto varias veces apretando los dientes... Es duro asumir que a veces lo único que puedes hacer por alguien es escuchar, así, sin más.

En ese estado, he comido a solas con Compañera Polivalente, que tanto te arregla un roto como un descosío. Es con quien tengo más confianza de la oficina y a quién menos me cuesta contarle mi vida. Ha salido el tema amoroso, le he pseudocontado alguna cosa. Por primera vez, ha hecho mención a un posible chico. Creo que sin querer se lo he medio dado a entender yo. Pero yo no tengo la culpa de haber ligado con un americanito el otro día.

El resto del día, resumido: tengo jefe nuevo. Ha vuelto Super Jefa. Ha nevado. ¡¡Menudo día!!

PD: mañana se lo cuento...