jueves, 12 de agosto de 2010

El banquete

No estoy de mucho humor para actualizar de verdad, que estoy de pringar en agosto no me acaba de sentar del todo bien.

Así que os voy a contar una historia, que no es mía, sino de ese tío que a muchos nos tocó estudiar para el examen de filosofía de la Selectividad, ese hombre que escribió un montón de mitos para que pudiéramos entender ideas bastante complejas, aunque a veces pase que nos quedemos en la historieta y no sepamos ver más allá: Platón.

En El banquete, en realidad "la reunión de los bebedores" o algo así, cuenta la historia del orígen de la humanidad a través del personaje de Aristófanes.
Hubo un tiempo en que la naturaleza humana era diferente a la de hoy en día pues en la tierra habitaban personas cuya forma era redonda en su totalidad, "con la espalda y los costados formando un círculo, cuatro brazy y cuatro piernas, dos caras iguales sobre un cuelo cilíndrico que miraban en direcciones opuestas en una misma cabeza, y por lo tanto cuatro orejas, dos partes sexuales y todo lo demás". Esta humanidad, gracias a su configuración física, era tremendamente fuerte y vigorosa, y se dividía en tres sexos: los hombres, que tenían dos sexos masculinos y descendían del sol, las mujeres, que tenían dos sexos femeninos y descendían de la tierra, y los andróginos, que tenían un sexo de cada clase y descendían de la luna.
Pero estos seres humanos también se caracterizaban por su enorme soberbia, hasta el punto de que llegaron a conspirar contra los dioses. Entonces, viendo esto, los habitantes del Olímpo decidieron castigar a estos seres tan insolentes partiéndolos por la mitad para debilitarlos de una manera especialmente cruel y efectiva. Zeus, con su rayo, los dividió para siempre condenándolos a anhelar siempre la unión con su mitad perdida.
De aquí, sigue Aristófanes, que cada uno de nosotros sea realmente sólo la mitad de un ser humano partido en dos a partir de uno solo, de manera que cada cual busca siempre la otra mitad de sí mismo. "Así, todos los hombres actuales que provienen de la partición de un andrógino son amantes de las mujeres, y de este tipo derivan por regla general los adúlteros; y del mismo modo, las mujeres que provienen de un andrógino se vuelven locas por los hombres, y son adúlteras también. En cambio, las mujeres de hoy que resultan de la partición de una mujer originaria no sienten ninguna inclinación hacia los hombres, sino que tienden hacia las mujeres, y de este origen provienen las tríbadas [lesbianas]. Finalmente, aquellos que resultan de la partición de un hombre originario persiguen a los hombres".

Aunque el hecho de creer en la existencia de una única otra persona, esa otra mitad perdida, me parece, además de estadísticamente un infierno, un poco limitante y radical, no por ello el mito deja de parecerme interesante y de una gran belleza. Tal vez no exista una única persona para cada uno de nosotros, esa mitad, pero creo que sí es cierto que las rupturas muchas veces tienen bastante de rayo de Zeus partiéndonos en dos.
Y ya que estamos en agosto, acabemos con una nota positiva que estaría bien se leyeran un día de estos los obispos, los (supuestos) defensores de la (supuesta) familia cristiana, los píos moas de esta sociedad, y toda esa gente:
"Por mi parte, hablo de todos, tanto de los hombres como de las mujeres, cuando digo que nuestra especie podría ser feliz de esta manera: llevando el amor a su cumplimiento y hallando cada uno a la persona amada que le sea propia, [...] cuya naturaleza sea conforme a nuestras aspiraciones".



PD: la traducción de los fragmentos no es, ni muchísimo menos, mia, la he tomado prestada de internet :)

viernes, 6 de agosto de 2010

Un poquito de (desordenada) historia...

Los personajes de esta lista, no exhaustiva, tienen una característica común. Además de estar casi todos muertos (esto no ha sido intencional, xD). Y de haber hecho cosas grandes para la humanidad o ser personajes históricamente muy relevantes.

Alan Turing, gran matemático, padre de la informática y genio que ayudó a descifrar los mensajes de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Federico II el Grande de Prussia, gran genio militar, uno de los grandes exponentes del despotismo ilustrado, abogó por la abolición de la tortura y la independencia judicial.

William Shakespeare, el protagonista de mis pesadillas el mes pasado gracias a tener que traducirle en dos exámenes y dos trabajos (perdón, esto no es conocimiento compartido por el resto del mundo, pero creo que ya todos sabéis quién era Shakespeare :P)

John Forbes Nash, el de la peli "Una mente maravillosa", genio matemático, premio nobel y mil cosas más.

Wittgtenstein, el filósofo del nombre que jamás aprenderé a pronunciar, padre de la filosofía del lenguaje, un peazo de tipo impresionante.

John Maynard Keynes, economista de una importantísima relevancia, al qué si hiceramos un poquito más de caso, nos iría algo mejor en esta vida... no en todo, por eso, ¿eh? xD

Michel Foucault, filósofo, sociologo e historiador francés. Un tipo muy interesante.

Alexander von Humboldt, naturalista, explorador y geógrafo prusiano, considerado como padre de la geografía moderna universal.

Aquiles, el de los pies alados... vale, después del apunte pedante, héroe griego de la guerra de Troya, ya sabéis, la Ilíada y todo eso...

Adriano, el gran emperador romano, ese del libro Memorias de Adriano...

Susan B. Anthony, sufragista.

Felipe I de Orleans, segundo hijo de Luis XIII de Francia y Ana de Austria, hermano menor de Luis XIV de Francia.

Catalina de Erauso, monja y soldado. Y, además, escritora.

Enrique III, rey de Francia y de Polonia (menuda combinación, ¿eh?)

Eduardo II de Inglaterra, que apoyó la creación de las universidades de Oxford y Cambridge.

San Sergio, mártir. Su fiesta se celebra el 7 de octubre.

Julio César, emperador romano. Sí, ese mismo al que asesión Bruto.

William Haines, actor de Hollywood del cine mudo y primeros años del cine sonoro, que participó, entre otras muchísimas películas en El expreso a medianoche de 1924.

Alcuin de York, monje poeta, estudioso, profesor, filósofo y arquitecto que logró que Carlomagno eliminara la pena de muerte para el delito de paganismo.

Una pista, estos personajes también podrían formar parte de la lista:

Luis Cernuda, grandísimo poeta.
Federico García Lorca, grandísimo poeta también.
Virginia Woolf, escritora fantástica.
Oscar Wilde, él mismo :)
Alejandro Magno, no el de la peli, sino el de verdad.
Freddy Mercury, líder de Queen.
Harvey Milk, activista de San Francisco asesinado por su lucha.

¿Por qué no lo cuentan la mayoría de nuestros libros de historia?

lunes, 2 de agosto de 2010

Excesos

Creo que me he pasado con el café. Eso y que hoy es el primer día desde hace diez que no me tengo que tomar los antihistamínicos o como narices se escriba, estoy que no me reconozco. Parezco hiperactiva que no hiperproductiva. Se me juntan los efectos del exceso de café, la, tal vez, insuficiente cantidad ingerida de comida que alimente, con los nervios del plazo de entrega del trabajo que se supone estoy escribiendo. La verdad, casi mejor que Mala Idea esté a un océano de distancia, porque creo que hoy estoy un poco insoportable... que nadie me soporta, porque estoy sola y el único contacto humano no telefónico de hoy ha sido con los compañeros anónimos de autobús... pero yo creo que estaría insoportable en caso de tener compañía.
En fin.
No sé si ponerme a dibujar cuadraditos en una hoja. O jugar al ajedrez contra el ordenador (nivel principiante forever, xD) de manera compulsiva. O seguir bebiendo café, por eso del efecto rebote. O ponerme la tele. O darme otra ducha más. O ponerme a bailar con las plantas. O fregar el suelo. O seguir buscando cosas pseudo útiles por internet. O mirar fijamente a la pared. O darme de cabezazos contra el suelo. O... o, tal vez, dejarme de hostias y seguir escribiendo el trabajo, ¿no?
Vamos, que fantástico agosto me espera... yo, fan de los tres meses de vacaciones escolares, este año me veo pringando mientras el resto de la población abandona la ciudad... yo, que en mi vida he estado en agosto en esta ciudad, me veo con los pies fritos cada vez que me acerco al asfalto... yo, que soy gilipollas, me he dejado tanto curro pendiente, que me toca pringar todo el verano. Olé por mí.
Pues eso, voy a acabarme el café que tengo y seguir escribiendo...

Y ya sólo faltan dos días para que vuelva Mala Idea...

domingo, 1 de agosto de 2010

(y sigo viva!)

Sí, Pinda sigue viva. A ratos lo dudo, pero no es por Mala Idea, sino por la maldita tesina que debería estar escribiendo en estos instantes... quien me mandaría a mí hacer un máster. En fin.

Pero cierto es que desde que Mala Idea no es simplemente una idea, mi nivel de actividad bloguera casi ha muerto. Y es que no tiene wifi en su casa (estoy empezando una labor suave de convencimiento...) y dado que me paso allí unas cuantas horas, la verdad es que tengo esto abandonado. Pero tras más de un mes sin actualizar, voy a intentar enmendar mis errores y procuraré no seguir con este nivel de muerte electrónica...

A todo esto, Mala Idea ha cruzado el charco para unos cuantos días. Ya está a punto de volver, pero se me sigue haciendo raro. Y no sé porqué llevo unos pocos días recordando una y otra vez lo que nos pasó el otro día en el aeropuerto cuando la fui a llevar. Subíamos hacia la zona de facturación y nos estábamos besando. Quien me conozca ya sabe de mis demostraciones de afecto en público, que tienden a ser más bien discretas. Pues un chico que iba por la otra cinta, la de bajada, dijo: "Qué vergüenza". No gritó, ni mucho menos, pero le oímos claramente. Mala Idea dice que le miró con una sonrisa y que él le sonrió también. No sé, pero a mí me sigue provocando algo por dentro. Es cierto que estamos mucho mejor que en otros países, ¡años luz! pero sigue habiendo tanta homofobia disfrazada... Qué no, qué no hay que hacer un mundo de la pequeña anécdota. En ningún momento me sentí amenazada, ni en peligro, ni atacada siquiera. Pero de alguna manera me resultó muy humillante ese comentario, audible para todos los que estaban a nuestro alrededor y para nosotras dos.
Y esta pequeña anécdota me recuerda a las veces que, paseando de la mano con Mala Idea, nos reímos luego al comentar "uy, pues la cara que ha puesto esa señora al vernos...", o "aquella chica nos ha mirado como con complicidad... si es que entiende seguro" o cosas así. Y nos lo solemos tomar con humor, incluso aquella vez que a la guiri aquella se le notaba la cara de espanto a tres quilómetros a la redonda. O aquel tipo que se giró sin disimular para mirarnos. O...
Y esto me hace pensar que no siempre tengo ganas de hacer de mi vida, de mi expresión natural, una reivindicación constante. Creo en la reivindicación, pero me gustaría que fuera una opción. Y a veces me canso. Y por eso reivindico la bondad de las zonas de tranquilidad, es decir, los bares, barrios, comercios, etc. de ambiente, porque no siempre nos tiene que apetecer que nos miren por darnos la mano.