domingo, 20 de diciembre de 2009

De jefas y super jefas

Pasar página no siempre significa superar las cosas. Digamos que hay cosas que son como los esguinces, que piensas que ya te has curado porque no te duele hasta que un día vuelves a salir corriendo, y en el gesto más tonto, en el momento más inesperado, va y te vuelve a doler... y esta vez no hablo de amores.

Y me he dado cuenta de que estoy platónicamente enamorada de mi jefa-jefa, que no es mi jefa directa. La primera vez que llegué a la oficina mi jefa directa (llamémosle Jefa C) estaba reunida y tenía que esperar. Por quitarme del medio, pregunté si había café al resto de la gente que estaba en la oficina. Resulta que me dirigí a la jefa-jefa (o Super Jefa) simplemente porque había sido quien más me había saludado al entrar y, básicamente, era la única cara que recordaba del día de la entrevista. Me enseñó como iba la máquina y todo... Se ve que flipó que tardara tan poco en pedir café, pero en la cena de Navidad ya se estuvieron riendo un rato cuando confesé que fue por vergüenza, por evitar tener que hablar con nadie mientras Jefa C llegaba. La primera conversación que tuve con Super Jefa fue un día que tuvimos mogollón de curro y yo estaba cansadísima. Mientras comíamos estuvimos hablando unos cuantos, y a mí el cansancio me provoca parlanchinería. Sí... Ahí lo dejo. Cada vez que me ve me hace bromas, me dice algo, me incordia un poco incluso. No es en absoluto algo físico, pero es tan inteligente, controla tanto (es una Super Jefa que merece ser la Super Jefa), ha tenido una vida tan interesante, y otras muchas cosas que hacen que pierda el oremus, que, la verdad, me encanta trabajar a su alrededor. No me da vergüenza hablar con ella, bromear cuando estamos todos tomando el café, o incluso meterme un poquillo con ella (cuando la ocasión lo permite y siempre dentro de la más absoluta corrección, xD, que nadie se preocupe). En cambio, me da vergüenza hablar con Jefa C y me pongo nerviosa cada vez que se acerca a mi mesa a decirme algo.

Aix.

Y el otro día me di cuenta de que acabará surgiendo un día la situación que me sacará del armario. Aparte de porque son super cotillas de la manera más amable que os podáis imaginar (pero super cotillas en cualquier caso), por los temas de conversación que probablemente surgirán en la próxima temporada. Y, la verdad, no ya no sólo no me preocupa, sino que no lo evitaré, y casi que si surge de manera natural, lo provocaré, xD. De 9 que somos en la oficina sólo hay un chico, tres están casadas, dos como si lo estuvieran (de hecho, Super Jefa está en ello), dos son pipiollillas (todo aquel que es más joven qeu yo se convierte en pipiolillo automáticamente) de las cuales una fijo es hetero y la otra no lo sé, pero tampoco ha dado a entender que no lo sea, y la novena ya soy yo, xD.

Aix.

Así que declaro oficial mi nuevo amor platónico: Super Jefa.

martes, 15 de diciembre de 2009

Sueños

A ver. Alguien que se acuerde normalmente de sus sueños, que me ayude, xD. El otro día soñé con una compañera de clase. No fue un sueño erótico, al menos no la parte que recuerdo, sino tienno y bonito, xD, en el q éramos pareja, nos queríamos mucho, y yo era muy cariñosa con ella (imaginad pelicula pastelón de sábado por la tarde, xD). Para los que no lo sepan, soy más bien tirando a seca y distante y mis amigos se quejan de que no los abrazo, xD. Lo cual vuelve al sueño en algo aún más sorprendente. Añadamos que no me gusta la chica en cuestión (aunque ahora me doy cuenta de que me parece mona, xD). En fin. Al tema. El caso es que ahora cuando la veo en clase o por los pasillos, me pongo toda nerviosa y me entra una timidez que ni cuando veo a mi tenista favorita en persona, xD. Es raro. Tengo la sensación de intimidad que sé no es compartida. Y sé que todo esto es totalmente irracional porque uno, ella no sabe nada, ni ella ni nadie, dos, y más importante, sé distinguir realidad de sueño, pero me da vergüenza cada vez que nos vemos. Y no es que la sensación sea mala, eh? xD
en fin, que debe pensar que me pasa algo pq ahora le hablo super poco, pero es que es superior a mí, xD.

domingo, 13 de diciembre de 2009

8.- ¿Las cuentas del Gran Capitán?

Hace mucho que no te escribo y no sé si lo echo de menos. Tal vez sea por miedo ante lo que empiezo a sentir como inminente. Parece ser que ha llegado el momento, que es ahora cuando te hablo o the dejo para siempre. Una parte de mí , como no, se resiste y empieza a dudar de mis sentimientos por ti. Tus fallos se me hacen a ratos menos llevaderos. Si oigo una crítica hacia ti no siento el dolor propio de una ilusión rota sino el de la constatación de algo en que se preferiría no tener razón. Asusta ver que mis sentimientos han madurado de tal manera que es ahora, está aquí, la encrucijada. El "así ya me está bien" deja de funcionar. La ilusión ya no se mantiene ni es suficiente. La vida no es una partida de ajedrez, y menos mal, porque siempre pierdo. Pero cuento movimientos, miro a las fichas, intento hacer cálculo de daños. Es inútil, lo sé, no tengo manera de saber si las cuentas cuadran. Asustan las consecuencias, pero a veces hay cosas con más peso que los posibles daños colaterales. Y si no sale bien, esperemos que no acabe del todo mal...

martes, 8 de diciembre de 2009

Prioridades

A veces descubres cuáles son tus prioridades (o algunas de ellas) después de ver que has pasado el rato haciendo algo que objetivamente es una tontería, una pérdida de tiempo, o incluso una pesadez, y a ti en realidad ni te ha importado ni te importaría si se repitiera. Unas veces sorprende más, otras es más esperable. Mientras no pase en la dirección contraria, todo bien...

Prioridades. Y qué desorganizadas las tengo en otras cosas...