lunes, 31 de mayo de 2010

Patetismo

Estoy en el balcón, que me he salido a buscar inspiración. La rima no es buscada, pero ahí se va a quedar. Me acompañan cuatro libros, dos de los cuales son diccionarios, más la versión electrónica de otros dos diccionarios más. Papeles. Las gafas. La carpeta. El ordenador, of course, y mi cafecito recalentado del que me sobró esta mañana. Y todo porque necesito desesperadamente un poco de inspiración para cumplir con mis obligaciones...

Tengo un serio problema con las llamadas de teléfono. Y otro serio problema con las pausas extra infinitas que hace Mala Idea cuando habla. Creo que con estos dos datos os podéis hacer una idea de lo bien que lo he pasado gracias a haber tenido que llamarla por teléfono. Genial. Y también podréis deducir lo bien que me he desenvuelto en la llamada, lo bien que he aprovechado la oportunidad de seguir la pseudo conversación que habíamos iniciado por email... Creo que voy a sucidar a mi móvil en la bañera o algo, así me evito tanto patetísmo. Lástima que hace ya unos años que no hay bañera en casa.

Conclusión: son casi las siete y media de la tarde y por fin estoy cerca de empezar a ser productiva. Olé. Olé. Y olé. Y no, no tengo nada de trabajo acumulado, ninguna entrega a la que llego tarde desde hace un par de semanas, ninguna directora de trabajo final de master esperando desde hace una semana que le mande alguna paginita, ningún trabajo final para dentro de tres días, nada...

Os dejo, que voy a ver si me hago el harakiri con un boli o algo... Aunque pensándolo bien, pringaría todo y me gustan demasiado mis bolis como para atascarlos con sangre, que fijo se atascarían.

jueves, 27 de mayo de 2010

Encuentro... no sé en que fase, xD

Nervios. Periodistas. Sonido chungo. Repartir papeles, libros. ¿Un boli? Teles, rádios, periódicos. Cómo pesa el trasto este, joder. No llego, que soy bajita, ¿me ayudas? Qué bien lo ha hecho el tío este, ¿no? Y qué pesao el otro... Han venido un montón, qué bien, todo un éxito.

Vale, me he equivocado de resumen. Eso fue por la mañana... y digo fue, pq parece que haya pasado hace mucho tiempo, aunque sólo ha sido esta mañana...

Pero esta tarde, ¡ay! Primero sueño infinito a pesar del café por culpa del bajón de la adrenalina. Luego trabajo, y un poquito más de trabajo. Conversación tonta a través de skype con compañera de oficina, a pesar de compartir mesa. Y de repente... ¿hemos quedao o no hemos quedado? sí, no, no sé, sí, ¿sí?, no sé, mmmh, ah, sí, al final sí. Sí, hemos quedado. Mierda, ¡nervios! ¡muchos nervios! hemos quedado... solas. ¿Y qué le cuento? ¿De qué hablamos? Ay, Dios, ¡¡¡¡necesito temas de conversación!!!!! quien me iba a decir a mí que algún día necesitaría que me dieran temas de conversación... nervios, muchos nervios...

Llego tarde. Ahí está. Joder. Saludo. Qué cutre soy, pienso. ¿Hacia allí? Sí, vale, perfecto. Hablamos. Hablamos, y hablamos, hablamos, hablamos. Bueno, hablo mucho. No, no tanto. Pero ella tiene más cosas a preguntarme. Intento preguntarle. Acabo hablando otra vez. No, quiero preguntarle, que sepa que me interesa, que no quiero hablar yo. Pero joder, que putos silencios tan largos hace. A veces no puedo y hablo para acabar con ellos. Pero hablamos, pasamos de las bravas, hablamos, cerveza, una sólo, invita ella ("que yo no soy mileurista, ya invito yo", "pero yo tampoco lo soy!!", "ya, no llegas"...). Nos vamos ya, son las diez y pico. Caminamos hacia el metro. Nos paramos en el semáforo, tú para allí, yo para allá. Hablamos. Hablamos. Hablamos. Hablamos. Bueno, es tarde, deberíamos irnos, ya nos veremos, ¿no? Sí, ya nos veremos. Pero hablamos y hablamos. Hablamos. Hablamos. Un poco más. Hablamos. Joder, son más de las once de la noche! Ahora sí, nos despedimos...

Qué relajación. Cuánta tensión y sin saberlo, aunque estaba disfrutando. Cuántos nervios. Y, de repente, a pesar del relax por fin conseguido, vaya, pues no, ¿echo de menos esa tensión?

martes, 18 de mayo de 2010

¿Vicio?

Joder, he vuelto a salir del armario.
Aún le pillaré el gusto a esto y me quedaré sin madera... Eso sí, ahora tengo una digestión pesada de narices, ¿serán los efectos secundarios? (sí, de la pedazo de cena de cumple familiar q me he zampado, xDDD).

Básicamente, este es mi mensaje por hoy. Seguimos sin noticias de Mala Idea después de la llamada más surrealista y patética acaecida en sábado. Imaginadme a mí, inútil al teléfono donde las haya, a Mala Idea en un sitio donde no tiene cobertura y le tengo q llamar al móvil de otra persona, se oye de culo y encima sólo tengo q decirle que al final nada... Nunca me he sentido tan idiota en un autobús, xD.

Eeeeeeeeeeen fin, que me voy a dormir, que mañana será otro día y cuando llegué a la oficina moriré de vergüenza. Eso sí que es un buen efecto secundario de mis salidas del armario, xD

sábado, 15 de mayo de 2010

11 días

Vale, ya tenemos fecha definitiva. De hoy en once días tendrá lugar el encuentro a tres bandas. ¡Viva la sutileza que te mete en estos berenjenales! ¿Parte positiva? Este intercambio, interminable, de emails ha servido para descubrir que Mala Idea por lo menos es una Mala Idea bastante divertida. Algo es algo, ¿no?

Pinda se sigue preguntando:

1. ¿Morirá de vergüenza?
2. ¿Tendrá tema de conversación? Y no, manías no valen.
3. ¿Se le ocurrirá algún otro plan descabellado para hacer más liviana la espera?
4. ¿Se echará atrás en todos estos días que tiene de tiempo para repensárselo?
5. ¿Se habrá equivocado de parte a parte?

Aix.

Las tonterías que hacemos a veces...

Pero menos da una piedra...


Editado para añadir que:
la prespectiva de realizar una llamada telefónica (con muy buena excusa, eso sí) me tiene al borde de la náusea. Qué patético es el ser humano, pardiez.

jueves, 13 de mayo de 2010

Diluvio y decisiones

Mientras parece que esta ciudad la ha liado muy gorda porque le vuelve a caer el diluvio universal, Pinda se pasa el rato en la biblioteca, cinco minutos concentrada, quince intentando decidirse a darle al botoncito de "enviar"...

Y sí, finalmente parece que la sabiduría (insistencia) de Jei ha dado sus frutos. Le he dado a enviar. Y el mundo no se ha acabado. Aunque justo ha petado un trueno gordo, gordo en el momento q le daba a enviar, xD. No sé yo si interpretarlo como una señal, ¿eh? En fin, como no sea que ahora de repente los dioses no quieren que las bollos bebamos cerveza, no tendría demasiado sentido... ¿no, Jei? Sólo es una cerveza... (gente, mi nuevo mantra; mi nuevo mantra, gente).

Con la certeza de que hoy voy a acabar bien mojada de la manera menos glamourosa y excitante (que sus veo venir), es decir, que me voy a calar con la puta lluvia, os dejo para que hagais apuestas...

1. ¿Contestará Mala Idea?
2. ¿Dirá Mala Idea que sí?
3. ¿Dirá Mala Idea que a qué viene esto?
4. En caso de que diga que sí, ¿morirá Pinda de vergüenza antes de que llegue el día?
5. En caso de que diga que no, ¿morirá Pinda de vergüenza?
6. ¿Morirá Pinda de vergüenza pase lo que pase?
7. En caso de que sí, ¿se pondrá Pinda tan nerviosa, aunque sólo sea una cerveza, que volverá a hablar de sus manías?
8. En caso de que sí, ¿la liará Pinda de cualquier otra manera?
9. En caso de que no, ¿será más cobarde Pinda la próxima vez?
10. Venga, y aquí podéis decir lo que os de la gana, xD


De momento, Pinda va a seguir leyendo sobre un pingüino y un otoño, o algo así, intentando no desgastar el F5 de su teclado mientras tanto...

viernes, 7 de mayo de 2010

Mala Idea

En el principio de los tiempos fui un ser humano despistado.
Después me convertí en erizo (pensad en una adolescente...).
Después, como si de un pokemon se tratara, me transformé (¿qué es lo que hacen los pokemon? usan un verbo en concreto... joder, me hago mayor) de nuevo en ser humano.
Me fui al norte a que se me congelara la sonrisa. Allí me pasé la pantalla del juego y subí a un nivel superior.
Después me fui a hacer las Américas donde me emborraché con un poco de OPAL, extraño por tratarse de un licor escandinavo, y al volver a casa tropecé en una antigua piedra, lo que resultó igual de improductivo que los anteriores tropiezos.
Hasta que me convertí en ameba. Y fui feliz... bueno, fui una ameba... ameba, pero feliz a la manera de las amebas. Sí, ameba...

Supongo que tenía que pasar. Supongo que la naturaleza está en contra de que los seres humanos seamos amebas. Sí, supongo que tenía que pasar...

Señores, señoras, gentes y gentas, sí, he sido una ameba durante meses y estaba muy tranquila, muy a gustito y muy bien. Pero digamos que Mala Idea se ha cruzado en mi camino. Mala Idea es... eso, una mala idea. Mala Idea es tan mala idea que ya le he contado varías de mis manías, que es lo que hago cuando alguien me pone nerviosa. Es tan mala idea que me da vergüenza cuando oigo que dicen su nombre. Es tan mala idea que es posible que no nos veamos hasta junio o tal vez después. Es tan mala idea que ya no sé qué pensar...

En fin... Con un poco de suerte este blog seguirá medio muerto. Eso significará que Mala Idea se convertirá rápido en un recuerdo. Y si no... pues al menos nos reíremos un rato, ¿no?

Editado:
Ahora mismo estoy a punto de cometer un error. ¿Tiro una moneda al aire para decidirme?