jueves, 27 de mayo de 2010

Encuentro... no sé en que fase, xD

Nervios. Periodistas. Sonido chungo. Repartir papeles, libros. ¿Un boli? Teles, rádios, periódicos. Cómo pesa el trasto este, joder. No llego, que soy bajita, ¿me ayudas? Qué bien lo ha hecho el tío este, ¿no? Y qué pesao el otro... Han venido un montón, qué bien, todo un éxito.

Vale, me he equivocado de resumen. Eso fue por la mañana... y digo fue, pq parece que haya pasado hace mucho tiempo, aunque sólo ha sido esta mañana...

Pero esta tarde, ¡ay! Primero sueño infinito a pesar del café por culpa del bajón de la adrenalina. Luego trabajo, y un poquito más de trabajo. Conversación tonta a través de skype con compañera de oficina, a pesar de compartir mesa. Y de repente... ¿hemos quedao o no hemos quedado? sí, no, no sé, sí, ¿sí?, no sé, mmmh, ah, sí, al final sí. Sí, hemos quedado. Mierda, ¡nervios! ¡muchos nervios! hemos quedado... solas. ¿Y qué le cuento? ¿De qué hablamos? Ay, Dios, ¡¡¡¡necesito temas de conversación!!!!! quien me iba a decir a mí que algún día necesitaría que me dieran temas de conversación... nervios, muchos nervios...

Llego tarde. Ahí está. Joder. Saludo. Qué cutre soy, pienso. ¿Hacia allí? Sí, vale, perfecto. Hablamos. Hablamos, y hablamos, hablamos, hablamos. Bueno, hablo mucho. No, no tanto. Pero ella tiene más cosas a preguntarme. Intento preguntarle. Acabo hablando otra vez. No, quiero preguntarle, que sepa que me interesa, que no quiero hablar yo. Pero joder, que putos silencios tan largos hace. A veces no puedo y hablo para acabar con ellos. Pero hablamos, pasamos de las bravas, hablamos, cerveza, una sólo, invita ella ("que yo no soy mileurista, ya invito yo", "pero yo tampoco lo soy!!", "ya, no llegas"...). Nos vamos ya, son las diez y pico. Caminamos hacia el metro. Nos paramos en el semáforo, tú para allí, yo para allá. Hablamos. Hablamos. Hablamos. Hablamos. Bueno, es tarde, deberíamos irnos, ya nos veremos, ¿no? Sí, ya nos veremos. Pero hablamos y hablamos. Hablamos. Hablamos. Un poco más. Hablamos. Joder, son más de las once de la noche! Ahora sí, nos despedimos...

Qué relajación. Cuánta tensión y sin saberlo, aunque estaba disfrutando. Cuántos nervios. Y, de repente, a pesar del relax por fin conseguido, vaya, pues no, ¿echo de menos esa tensión?

3 comentarios:

  1. Al final me he perdido: ¿te relajaste o te pusiste más nerviosa todavía? ;-P

    Besos

    ResponderEliminar
  2. @Norma: y que lo digas! xDDD

    @crazy chords: xDDD, después de la despedida me relajé... no que me durara demasiado, que de pensar en la próxima ya volví a las andadas...

    ResponderEliminar

Coméntame desde aquí o tu mundo paralelo, que telepatía todavía no tengo...