domingo, 1 de agosto de 2010

(y sigo viva!)

Sí, Pinda sigue viva. A ratos lo dudo, pero no es por Mala Idea, sino por la maldita tesina que debería estar escribiendo en estos instantes... quien me mandaría a mí hacer un máster. En fin.

Pero cierto es que desde que Mala Idea no es simplemente una idea, mi nivel de actividad bloguera casi ha muerto. Y es que no tiene wifi en su casa (estoy empezando una labor suave de convencimiento...) y dado que me paso allí unas cuantas horas, la verdad es que tengo esto abandonado. Pero tras más de un mes sin actualizar, voy a intentar enmendar mis errores y procuraré no seguir con este nivel de muerte electrónica...

A todo esto, Mala Idea ha cruzado el charco para unos cuantos días. Ya está a punto de volver, pero se me sigue haciendo raro. Y no sé porqué llevo unos pocos días recordando una y otra vez lo que nos pasó el otro día en el aeropuerto cuando la fui a llevar. Subíamos hacia la zona de facturación y nos estábamos besando. Quien me conozca ya sabe de mis demostraciones de afecto en público, que tienden a ser más bien discretas. Pues un chico que iba por la otra cinta, la de bajada, dijo: "Qué vergüenza". No gritó, ni mucho menos, pero le oímos claramente. Mala Idea dice que le miró con una sonrisa y que él le sonrió también. No sé, pero a mí me sigue provocando algo por dentro. Es cierto que estamos mucho mejor que en otros países, ¡años luz! pero sigue habiendo tanta homofobia disfrazada... Qué no, qué no hay que hacer un mundo de la pequeña anécdota. En ningún momento me sentí amenazada, ni en peligro, ni atacada siquiera. Pero de alguna manera me resultó muy humillante ese comentario, audible para todos los que estaban a nuestro alrededor y para nosotras dos.
Y esta pequeña anécdota me recuerda a las veces que, paseando de la mano con Mala Idea, nos reímos luego al comentar "uy, pues la cara que ha puesto esa señora al vernos...", o "aquella chica nos ha mirado como con complicidad... si es que entiende seguro" o cosas así. Y nos lo solemos tomar con humor, incluso aquella vez que a la guiri aquella se le notaba la cara de espanto a tres quilómetros a la redonda. O aquel tipo que se giró sin disimular para mirarnos. O...
Y esto me hace pensar que no siempre tengo ganas de hacer de mi vida, de mi expresión natural, una reivindicación constante. Creo en la reivindicación, pero me gustaría que fuera una opción. Y a veces me canso. Y por eso reivindico la bondad de las zonas de tranquilidad, es decir, los bares, barrios, comercios, etc. de ambiente, porque no siempre nos tiene que apetecer que nos miren por darnos la mano.


7 comentarios:

  1. Pues tienes razón. De vez en cuando apetece que no te miren raro. Pero sabes qué? Que la única manera que dejen de hacerlo, es mostrarse con naturalidad. Que sí, q a veces cansa porque acumulas unos cuantos desprecios en poco tiempo... pero creo que al final tú misma terminas viviéndolo con naturalidad, y o son muy exagerados o ya no te das ni cuenta, porque no estás tan pendiente de los demás.
    Por experiencia

    ResponderEliminar
  2. Sí, Nosu. De hecho me doy cuenta q cada vez soy menos consciente de si alguien nos mira o no nos mira. Un día me di cuenta que me daba igual, q era capaz de demostrar afecto en público (una novedad para mí, xD) pq no iba a dejar q los demás interfirieran todo el rato y decidieran por mí. Me di cuenta que me daban igual los demás. Y ya te digo que muchas veces nos reímos comentando después la cara de estupefacción de según quien.
    Y es verdad que la única cura para esto es que lo vean cada día más, y se acostumbren, y acaben por asumirlo sin más. Pero también es verdad que a veces me canso...
    Aix, que hi farem, no? :)

    ResponderEliminar
  3. Ese chico estaba muerto de envidia, seguro!

    Me alegro de que sigas viva, que con estos calores ya tiene mérito ;)

    Muakas

    ResponderEliminar
  4. ¡Dichosos los ojos! Bueno, al menos tú vives en Barcelona... Suertuda tú, aquí en la España profunda es peor. Cáceres no deja de ser un pueblo disfrazado ciudad...

    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. @Norma: jeje, es lo que dijo Mala Idea ;)
    sí, parece difícil sobrevivir al asfalto estos días, q parece más apropiado para freír huevos q para caminar por encima :s Me alegro de que tú también sigas en pié :P

    @crazy_chords: Sí, he tardado en volver, jeje.
    Barcelona tiene sus ventajas, entre otras, el tamaño, pq que haya más gente lo facilita. Ya imagino que en sitios más pequeños la cosa es aún más difícil, no me quiero ni imaginar como debe ser en el pueblo/ciudad de mis padres... en mi vida he visto una pareja no hetero allí, sólo te digo eso.
    Cáceres sí q es un poco pueblo, pero bonito (y se come bien :P) :)

    ResponderEliminar
  6. igual dijo eso PORQUE NO TE HABÍAS PEINADO!!! :P

    ResponderEliminar
  7. @Jei: xDDDDDDDDDDDDDDDDD tíaaaaaa, q poco confías en mí, xD

    ResponderEliminar

Coméntame desde aquí o tu mundo paralelo, que telepatía todavía no tengo...