jueves, 14 de enero de 2010

Novia hetero

Hola amigos (me siento un poco Carmen Sevilla esta noche y no sé porqué. Intentaré no hablar de las ovejitas de mi granja del feisbuk):

debo confesaros una cosa. Bueno, dos cosas. Bueno, en realidad confesar, confesar, confesaré una, que la otra me da que ya es de dominio público...
ay, que me lío, como siempre...

pues eso, que debo confesaros una cosa. LLevo dos días ejerciendo de novia hetero y he descubierto que se me da genial. Si comparamos con pasadas experiencias en el campo contrario, la verdad es que gana mi yo novia hetero por goleada a mi yo novia bollo... Y decir goleada es poco. Ni cuando el Barça le coloca 5 al Madriz sirve para comparar... Que si necesito una camisa formalilla pero no de traje. Que si necesito zapatos para arreglar, no de traje, pero que también me sirvan de esport. Que si necesito una chaqueta, ídem características. Que si a ver que dice mi madre sobre el tema y estoy hablando media hora mientras yo le sonrio al dependiente del Corte Inglés. Que ahí están los probadores, venga que te espero aquí y así te veo como te quedan los pantalones...
No sé cuántas veces algún extraño me ha tomado por su novia en los últimos días, sin contar las veces que mis padres lo han hecho también. No sé cuántas veces hemos sido lo más parecido a una pareja de novios de esas que hace ya mucho tiempo que se conocen (y eso que en realidad, ni siquiera eso sería cierto, pues nuestra amistad es bastante reciente).
Si estas fueran otras épocas creo que he encontrado a mi perfecto marido, ya que bateando ambos para el otro equipo no nos batearíamos en contra...

Y os dejo ya, que el hacerme amiga del dependiente de la zapatería del Corte Inglés dos días seguidos me ha dejado agotada.

PD: soy un maldito desastre. Esa era la otra confesión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Coméntame desde aquí o tu mundo paralelo, que telepatía todavía no tengo...