viernes, 20 de noviembre de 2009

6.- A la luna

Cuándo haya viajado a la luna, escribiré mi vida sobre papel.
Te contaré cuántas veces te he soñado, cuántas te he pensado y te asombrará que haya tenido tiempo para vivir.
Supongo que los pensamientos no tienen existencia real, si por real entendemos física, para permitirnos vivir, hacer algo más. Su compañía es deficiente, pues nos hacen sentir solos, pero al menos tienen la decencia de dejarnos ir haciendo a la vez.
Más o menos.
¿Será que en la depresión los pensamientos toman cuerpo, demasiado cuerpo, y no nos dejan compatibilizarlos con la vida real?



Te he mentido.
Cuando te digo que me paso el día pensando en ti no es cierto.
Me acuerdo de ti de forma recurrente, eso es cierto. Pero después, muchos de esos pensamientos me llevan a otro sitio, y me dejo llevar a esos lugares que cada vez se alejan más de ti. Digamos que provocas excursiones de mi pensamiento, pero al estar en el origen me da la sensación de que estás siempre presente.
Con lo que, tal vez, no te miento cuando te digo que me paso el día pensando en ti...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Coméntame desde aquí o tu mundo paralelo, que telepatía todavía no tengo...